sábado, 21 de agosto de 2010

Retomo..

Retomo la escritura, es mi alma, o al menos una parte de ella... Es una especie de horrocrux para mí, bueno, antes de ponerme demasiado "pottérica" explicaré (al menos para mí misma ya que no tengo comentarios ni lecturas casi nunca) por qué lo dejé por tanto tiempo:
Yo siempre había sido la única persona de mi edad y de varías generaciones "a la redonda" que escribía de forma decente, hasta que ingresé en el bachillerato y me encontré con una chica que lo hacía bastante bien, entonces, como dejé de ser la única y la mejor decidí renunciar a ello al menos temporalmente.
Pasó demasiado tiempo y ocurrieron demasiadas cosas, todo era cada vez más difícil para mí, hace nunca que tengo permitido expresar mis pensamientos, sentimientos y emociones sin censura, creí que por tener amigas podría dejar de tener la boca obstruída y las manos atadas, pero ¡vaya equivocación!
Todo comenzó a salir de mi boca a borbotones, automáticamente sin siquiera solicitar mi permiso, tuve que soportarlo y aprender a sobrellevarlo, mas se convirtió en demasiado, incluso para mí, todas las chicas estaban demasiado frustradas y molestas conmigo porque había dejado la chica que ellas conocían: censuraba lo que salía de su boca y decía lo que todos querían oír, pero todas las noches escribía lo que pensaba de todo y todos, ya que no le mostraría nada a nadie, pero como tonta un día confié plenamente en ellas y les mostré todo, luego vino la otra chica y dijo: "ah, yo también puedo hacer eso". La consideré una amenaza de inmediato y dejé de escribir, se me desapareció la última pizca de autoestima que me quedaba y fue donde todo comenzó.

Ahora todo se me agolpa entre el corazón y la boca, entre los hombros y el papel y si no escribía pronto, habría otra erupción y esta vez podría haber más caos que la última vez, habría perdido definivamente a alguien más que a mi ahora ex-novio, me hubiese convertido en un manojo de nervios deprimido hecha un ovillo en el rincón de un manicomio, por ello, aquí donde casi nadie lee lo que subo, donde necesitaría una computadora con internet (cosa que por suerte no hay en el nuevo campus), todas las palabras pasadas, presentes y futuras están seguras, al igual que mi cordura y mi compostura, entre otras cosas.